El sistema inmunológico es uno de los más afectados por la toxicidad de las micotoxinas. Siempre que se detecte una situación de baja inmunidad en la granja, se debe sospechar de la presencia de micotoxinas.

Incluso a concentraciones a las que no se observan signos patológicos evidentes, las micotoxinas provocan:

• Fracasos vacunales
• Mayor susceptibilidad a las infecciones
• Bajo rendimiento
• Uniformidad pobre
• Disminución del peso de los órganos inmunitarios

La actividad inmunosupresora de las micotoxinas está relacionada con la toxicidad sobre las células inmunitarias y con la interferencia con los componentes que regulan sus actividades.

Toxicidad en monocitos y macrófagos

Los monocitos son los leucocitos (glóbulos blancos) más grandes y normalmente circulan en la sangre periférica. Cuando hay inflamación, daño tisular o infección, responden a las señales inflamatorias y llegan en cuestión de horas a la zona afectada, donde evolucionan a macrófagos o células dendríticas.

Los macrófagos se encuentran en todos los tejidos, donde engullen y digieren patógenos, desechos celulares y sustancias extrañas a través de un proceso llamado fagocitosis. Los macrófagos también liberan NO (óxido nítrico), un radical libre que actúa como molécula de defensa contra organismos infecciosos.

• Las aflatoxinas B1 y B2, la ocratoxina y las fumonisinas reducen la capacidad de los macrófagos de fagocitar y destruir patógenos .
• Las aflatoxinas B1 y B2 reducen la producción de NO.
• La aflatoxina B1 detiene el ciclo celular de los macrófagos.
• La fumonisina B1 y la toxina T-2 promueven la apoptosis (muerte celular) de los macrófagos.

Toxicidad en las células dendríticas

Las células dendríticas se encuentran en los tejidos que están en contacto con el ambiente, como la piel, el sistema respiratorio y el intestino. Las células dendríticas capturan antígenos de los patógenos invasores o cuerpos extraños, los procesan, los presentan en su superficie celular y luego interactúan con las células T y las células B, activando la respuesta inmune adaptativa.

• La aflatoxina B1 reduce la capacidad de las células dendríticas para interactuar con las células T.
• Las fumonisinas alteran su maduración y su función de presentación de antígenos.
• La toxina T-2 reduce su supervivencia.

Toxicidad en neutrófilos

Los neutrófilos (también conocidos como neutrocitos o heterófilos) son el tipo más abundante de glóbulos blancos. Los neutrófilos normalmente se encuentran en el torrente sanguíneo. En la fase inicial de la inflamación, los neutrófilos llegan al sitio afectado en cuestión de minutos, y allí destruyen microorganismos o partículas extrañas a través de la fagocitosis. También tienen otras funciones antimicrobianas, como la producción de ROS (especies reactivas de oxígeno, un tipo de radicales libres).

• La aflatoxina B1, la zearalenona y el deoxinivalenol reducen la capacidad de los neutrófilos para llegar al sitio afectado.
• La aflatoxina B1, la ocratoxina y el deoxinivalenol alteran la fagocitosis.
• La aflatoxina B1 reduce la producción de ROS.

Efectos sobre la producción de anticuerpos

Los anticuerpos son producidos por glóbulos blancos especializados llamados linfocitos B (o células B). 

• Según la dosis, la frecuencia y la duración de la exposición, el deoxinivalenol reducirá o estimulará la producción de anticuerpos.
• La toxina T-2, las fumonisinas y la ocratoxina A disminuyen la producción de anticuerpos.