25 Oct Las infecciones virales respiratorias predisponen a la colibacilosis
El sistema respiratorio es la principal vía de entrada de las cepas APEC (Avian Pathogenic Escherichia Coli), uno de los principales agentes causantes de la colibacilosis en las aves.
En un artículo anterior explicábamos que la colibacilosis es una enfermedad oportunista: ocurre cuando los animales están debilitados por una infección previa, deficiencias nutricionales, toxinas o estrés.
Es bien sabido que las infecciones virales predisponen a la aparición de infecciones bacterianas secundarias tanto en humanos como en animales. Se ha comprobado que enfermedades como la bronquitis infecciosa, la rinotraqueítis – síndrome de la cabeza hinchada, la enfermedad de Newcastle, la laringotraqueítis infecciosa y la influenza aviar, facilitan la aparición de colibacilosis tanto respiratoria como sistémica, por lo que mantener la salud respiratoria es clave en la prevención de esta patología.
Después de una infección viral, el debilitamiento del sistema respiratorio se produce a través de dos mecanismos principales:
Pérdida de funcionalidad
Gran parte del epitelio respiratorio está revestido con estructuras diminutas con forma de pelos, llamadas cilios, que se mueven continuamente en la dirección del pico y transportan moco, microbios, partículas extrañas y desechos hacia arriba, expulsándolos de las vías respiratorias.
Si los cilios se paralizan o se pierden, la mucosidad no se puede eliminar y los patógenos atrapados en ella, por ejemplo APEC, pueden empezar una infección.
Los virus dañan al tejido respiratorio epitelial de tres formas posibles:
- La replicación viral en el epitelio provoca la pérdida de cilios.
- La infección viral ralentiza la actividad ciliar (frecuencia de latidos ciliares), lo que frena la eliminación de moco y patógenos como APEC.
- El daño al epitelio respiratorio proporciona más sitios para que APEC se adhiera a su superficie, un fenómeno que facilita la colonización bacteriana.
Inmunosupresión
Las infecciones virales alteran la respuesta inmune innata, en concreto, la producción de radicales libres, la fagocitosis y la destrucción de patógenos.
Por ejemplo, ciertas vías proinflamatorias que juegan un papel clave en la defensa antiviral, dificultan la respuesta antibacteriana y están asociadas con un mayor riesgo de infecciones bacterianas secundarias.
Por otra parte, los interferones de tipo I liberados por las células infectadas por virus alteran la actividad de los macrófagos. Los macrófagos juegan un papel clave en la defensa temprana contra los las bacterias.
Prevención de infecciones secundarias por APEC con aceites esenciales
Los aceites esenciales combaten la aparición de colibacilosis gracias a tres mecanismos de acción principales:
Protección de los cilios y de la función ciliar
Ciertos aceites esenciales previenen daños al epitelio respiratorio y reducen la pérdida de cilios durante las infecciones virales. Otros aceites esenciales aumentan la frecuencia del batido ciliar hasta en un 20%, mejorando la limpieza fisiológica de las vías respiratorias.
Eliminación de mucosidad
Algunos aceites esenciales reducen la viscosidad de la mucosidad , facilitando su eliminación y reduciendo el riesgo de infecciones secundarias.
Actividad antibacteriana
Algunos aceites esenciales llegan al tracto respiratorio luego de ser ingeridos o inhalados, y ejercen efectos antibacterianos, reduciendo el conteo de APEC y otros patógenos.
Productos de elección
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