Uno de los mecanismos que utilizan las aves para hacer frente a las altas temperaturas es la redistribución del flujo sanguíneo: en la piel, la vasodilatación aumenta el flujo para maximizar la disipación del calor radiante, mientras que en el sistema digestivo la vasoconstricción lo reduce.

La reducción del flujo sanguíneo en el intestino provoca una disminución en el suministro de oxígeno y nutrientes, así como una eliminación inadecuada de los desechos metabólicos, dando lugar a una situación de estrés oxidativo y comprometiendo la salud del epitelio intestinal. Las aves expuestas al estrés por calor muestran un aumento en la actividad de la glutatión peroxidasa, que es un indicador de estrés oxidativo, y una menor capacidad antioxidante. 

Por otro lado, durante el estrés por calor, los animales reducen su consumo de alimento. La restricción alimenticia afecta negativamente a la estructura del epitelio intestinal porque el alimento contiene ciertos compuestos que estimulan el crecimiento del tejido digestivo.

Si las aves se exponen a altas temperaturas durante más de 24 h, la combinación de estrés oxidativo y restricción alimenticia provoca cambios estructurales y lesiones en el epitelio intestinal, especialmente en el duodeno y el yeyuno:

• Las células epiteliales de las vellosidades se pierden y el área cubierta por células epiteliales se reduce.
• La altura de la vellosidad disminuye y el ancho de su base aumenta, haciéndose más plana.
• Disminuye el ratio entre la altura de las vellosidades y la profundidad de las criptas. La relación entre la altura de las vellosidades y la profundidad de las criptas es uno de los parámetros histomorfométricos más importantes del intestino delgado , y un valor bajo se correlaciona con un empeoramiento en la digestión y absorción de nutrientes.
• En el estrés por calor crónico, la longitud total del intestino se reduce.

Todos estos cambios en la morfología del epitelio intestinal conducen a una disminución de la superficie de absorción y a una reducción de la capacidad de absorción de nutrientes.

La suplementación con antioxidantes naturales, que alivian el estrés oxidativo en el intestino, es una buena estrategia para prevenir o mejorar los cambios estructurales y las lesiones en el epitelio intestinal.

Por otro lado, ciertos aceites esenciales son capaces de aumentar en un 10% la ingesta de alimento durante el estrés por calor, previniendo los daños intestinales producidos por el ayuno.